LA EMPRESA FAMILIAR EN COLOMBIA
ENERO 6, 2010 POR JUAN CARLOS VALDA
Durante los próximos diez años, más de 100.000 compañías de familia en Colombia cambiarán de manos por temas generacionales. Producen cerca del 60% del PIB del país.
“De alpargatas a alpargatas sólo hay tres generaciones”, dice el refrán que conmina la continuidad de las empresas de familia (EF). En Estados Unidos, de 100 negocios de familia, 30 pasan a la segunda generación, con la propiedad de los fundadores, 20 a la tercera y a la cuarta llegan 13.
En Colombia, el 30% de las empresas familiares llegan a la segunda generación, bajo la conducción de los creadores. No quiere decir que el 70% desaparezcan, sino que los fundadores ya no hacen parte de la estructura propietaria. Y menos del 10% llegan a la tercera.
El tema es pertinente, teniendo en cuenta que en los próximos cinco o diez años, cerca de 100.000 empresas, más del 75% de las que existen en el país, de acuerdo con estadísticas de Superintendencia de Sociedades, comenzarán su proceso de sucesión generacional.
Para dimensionar la magnitud de las compañías de familia, “en Estados Unidos el 50% del PIB lo produce el 95% de las EF y a nivel mundial generan cerca del 60% del empleo”, como lo manifestó Olivier de Richouftz, presidente mundial de Family Business Network. En México, el 56% de las ventas de las 100 empresas más grandes las realizan compañías de familia.
En Colombia la información estadística no es tan confiable, pero de acuerdo con cálculos de la tesis doctoral de empresas de familia de Gonzalo Gómez, profesor del INALDE y especialista en empresas de familia, el 60% del PIB lo producen EF.
La perspectiva fatalista tiene su contraparte. La rentabilidad de estos negocios es superior al de los no familiares. Un estudio del Standard & Poors 500 encontró que son 15% más rentables que las no familiares. Y John Ward, investigador de compañías de familia, en un estudio reciente, mostró que el retorno sobre la inversión de este tipo de empresas en los últimos siete años en Estados Unidos fue del 26%, comparado con el 21% de sus pares, no familiares.
Generaciones en los seguros
La familia Cortés convirtió su empresa de seguros en un conglomerado financiero y de la construcción. José Alejandro, actual cabeza de la organización, fue el que le dio el gran impulso a Seguros Bolívar.
La empresa fue fundada por su padre, José María, un vendedor de pólizas que diez años después de haber quedado casi en la bancarrota por la crisis de 1929 decidió con su hermano Enrique y otros accionistas “montarle” competencia a COLSEGUROS.
El actual presidente del Grupo Bolívar se formó para suceder a su padre. Cuando llegó a la empresa, en 1955, había estudiado matemáticas y cálculo actuarial en Estados Unidos.
José Alejandro Cortés tuvo con su esposa Nancy Kotal siete hijos y no parece haber organizado aún un plan de sucesión. Es más, sus herederos viven todos en Estados Unidos y ninguno está vinculado a las empresas de la familia. Pero algunos ven como sucesor a Miguel, quien forma parte de la junta directiva de Sociedades Bolívar.
Los otros hijos trabajan en el sector financiero, lo que no haría muy traumática la transición, por lo menos en lo que a conocimiento del negocio se refiere.
En Bolívar se conserva una de las características de las empresas familiares, el trato igualitario.
El presidente del Grupo, asegurador y banquero de profesión, y tenista y ajedrecista por afición, sabe que la entrega del bastón de mando está cerca, pero por su desempeño, quienes lo conocen dicen que hay “José Alejo” para rato.
http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso145711 supervivencia-empresarial
sábado, 21 de agosto de 2010
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